Padres estiran el presupuesto para comprar los libros escolares
A tan solo dos semanas para el retorno a clases, el costo de los textos escolares se ha convertido en una preocupación para los representantes que tienen que rendir lo presupuestado.
En un recorrido por algunas librerías en Ciudad Guayana, el equipo de PRIMICIA constató que la constante entre los padres es comprar la lista escolar poco a poco, de acuerdo a su alcance económico.
“Se nos ha hecho complicado y por eso aún no los hemos comprado, salimos de los cuadernos y el uniforme, pero los libros son lo más fuerte”, declara Lina Zacarías, representante de un niño en edad escolar.
El precio de una enciclopedia no es menor a 30 dólares; el de los diccionarios ronda entre los 10 y 15 dólares; mientras que una guía caligráfica puede adquirirse con, por lo menos, 17 dólares, montos que de acuerdo a Luis Caballero, vendedor en la librería Pablo Papeles, han ido en aumento, en comparación al año pasado.
Es común que las compras de este tipo de artículos sean mayores durante los días más próximos al inicio de las actividades escolares, y aunque, Gustavo Vivas, representante de la librería Guarapiche Centro C.A., declara que sus ventas se han mantenido en comparación con periodos anteriores, otros comerciantes afirmaron que han sido afectados por una disminución de la demanda.
En cuanto a otras alternativas, algunos padres han optado por conseguir para sus hijos libros prestados o comprados de segunda mano, lo cual tampoco les ha resultado fácil por diferencias en los textos que eran solicitados anteriormente y los que son pedidos en la actualidad. “Hay hermanos que no pudieron compartir porque no coinciden”, expresa Zacarías.
Los cambios
Aunque, durante la época de clases virtuales los niños hacían uso del internet, de vuelta a la presencialidad las escuelas exigen que cada alumno asista con sus libros.
“He caminado comparando los precios, y aunque no los he comprado todos, ya he gastado más de 70 dólares. Una persona que vive de su sueldo no puede adquirir los libros”, manifiesta Rafael Sotillé, comerciante y representante de un estudiante de primaria.
Es así como la educación de los niños se convierte cada vez en un proceso mucho más complicado para los padres venezolanos, quienes día a día luchan con una crisis económica.
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