“Magia y malabares” para cubrir gastos básicos

Desde comprar solo pocos productos para poder comer hasta recurrir al trabajo informal. Estas son algunas de las formas en que los guayaneses se sostienen ante la situación económica del país.

El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros anunció este lunes 21 de septiembre lo que costó la Canasta Alimentaria Familiar durante agosto: 91.834.57,99 bolívares.

Para esa fecha, se necesitaban 229 dólares para costear la Canasta Alimentaria Familiar. Un incremento de 24,2 dólares en comparación con lo anunciado para julio.

El salario mínimo apenas es de 800 mil bolívares mensuales (incluyendo el Bono de Alimentación), poco menos de dos dólares, tras el último aumento decretaro a finales de abril del año en curso.

“Es parte de la hiperinflación que se está atravesando (…) Es un latigazo muy duro para un salario totalmente pulverizado. Se necesitan 229,58 salarios mínimos para cubrir la Canasta Alimentaria Familiar, agregando los servicios es muchísimo mayor”, acotó el economista Jesús Casique.

El analista financiero aclaró que aún se espera que el Banco Central de Venezuela informe sobre la inflación correspondiente a agosto. Además, señaló que a pesar de lo “volátil” de la economía del país, no se estima llegar al nivel histórico de hiperinflación del segundo semestre de 2018.

“Sobreviviendo”

En una encuesta realizada por PRIMICIA sobre si se gana lo suficiente en un trabajo formal para cubrir los gastos básicos, varios ciudadanos coincidieron en que cada vez es más difícil sostenerse ganando salario mínimo.

“Comemos sardina con yuca un día, otro día arroz con salchicha, otro no hay cena y otro día no hay desayuno”, confesó Franklin Guilarte. Mientras que, Yurilma García añadió que “a ningún empleado público y de algunos sectores privados su salario le alcanza y peor está el sector educativo”.

Mario Rivas contó que recibe un salario de 500 mil bolívares semanales, pero todo lo cobran en dólares. “No me pregunten cómo hago para mantener a la familia”, añadió.

Para Augusto Gutiérrez la situación actual es deprimente. “La ganancia de uno es poco para comer”, lamentó.

Trinidad Bucarello respondió la encuesta solo usando la palabra “magia”, mientras que Ana Rodríguez escribió “sobreviviendo”, como sus formas de sostenerse y de complementar los ingresos para poder costear los gastos básicos.

No alcanza

Casique aseguró que el salario mínimo ya no es referencia, porque la mayoría de los empleados del sector público reciben una serie de incentivos. “Eso no significa que no afecta pagar sobreprecios, que se tiene que baipasear y sortear la crisis”, agregó.

“El poder adquisitivo está golpeado. El sector privado no paga salario mínimo, el sector público está golpeado pero da incentivos. Los más afectados son las personas de la tercera edad y jubilados (…) Se ha aumentado el salario por inflación y no por niveles de productividad”, destacó el economista.

José González, empleado del sector bancario, declaró que ha tenido que recurrir al trabajo informal para poder cubrir los gastos básicos del hogar, que comparte con dos pensionados.

“Por supuesto que no alcanza el sueldo. Los 200 mil bolívares de la quincena es lo que vale el pasaje para ir a trabajar cuando hay flexibilización. Para completar empecé a vender dulces y tortas por encargo”, relató González.

Buscando precios

Un trabajador de una de las Empresas Básicas adscritas a la Corporación Venezolana de Guayana, quien pidió no revelar su identidad, dijo que en las industrias toman en cuenta a los empleados según su desempeño, “por el que puedes recibir bonos para aumentar y hasta duplicar el salario”.

Explicó que el salario básico está alrededor de los 5.200.000 bolívares quincenales. Con los bonos se puede cobrar hasta 10.500.000 bolívares o incluso de 20 a 30 dólares según tasa de cambio del BCV.

“De ahí comienza lo bueno, caminar buscando los precios más bajos en las zonas cercanas porque hace tres meses que no echo gasolina. Recorrer carnicerías y ventas de pollo que es como que lo más costoso, y luego la feria de hortalizas. Se gastan alrededor de 30 a 40 dólares quincenales cuando yo gano 20 a 25 dólares; es decir, que coloco todo mi salario y me alcanza para pocas cosas”, afirmó.

En su casa son dos salarios de Empresa Básica, pero el segundo no pasa de los 5 millones de bolívares. Aseguró que cada quincena se van sacando más rubros de la canasta porque el salario se mantiene y el dólar sube. “Toca hacer malabares o elegir lo que es más importante”, apuntó.

Agradeció por tener un puesto de trabajo tanto formal como estable en tiempos de pandemia y crisis, pero también ha optado por el comercio informal para poder completar el salario. Se ha “rebuscado” con reventa de equipos telefónicos o “cualquier cosa que tenga a la mano”.

“Es sobrevivir y no vivir. Agradezco tener un trabajo y la capacidad de resolver porque no es fácil. Llevo como 70 % de la carga para cuatro personas y hay días en los que solo no hay”, concluyó.

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