Fedecámaras Bolívar llama a buscar soluciones para el sector productivo
En Fedecámaras Bolívar velamos por el desenvolvimiento apropiado del sector económico en nuestra región, y esto involucra no solo la posición del empresariado, sino los factores externos que tienen incidencia en nuestra actividad.
Durante años, el curso de nuestras actividades ha sido afectado por legislaciones y decisiones tributarias, así como las consecuencias del manejo inadecuado de nuestros recursos: las fallas eléctricas y la escasez de combustible.
Sin embargo, 2020 fue un año crucial; la pandemia por covid-19 le demostró al país la importancia de un tema en el que Fedecámaras ha insistido: el encuentro de todos los sectores para trabajar en un nuevo modelo, que brinde soluciones a las adversidades que dificultan el alcance de esa Venezuela soñada por todos y cada uno de los que hacemos vida en el país.
1.El estado Bolívar y la voracidad fiscal
En el caso particular del estado Bolívar, la voracidad fiscal ha sido uno de los puntos que más aquejan a los empresarios. Estas políticas, lejos de estimular el crecimiento de la economía en los municipios, terminan afectando principalmente a los agentes económicos que se mantienen activos y disminuyen los incentivos para continuar desarrollando actividades económicas en el país, especialmente en el marco de una recesión económica.
En Fedecámaras Bolívar entendemos la importancia del pago de los tributos en la economía, sin embargo, consideramos que su aplicación debe ser dictada por estudios de impacto económico que permitan coherencia entre los índices de actividad económica del sector, y las tasas exigidas.
El Acuerdo Nacional de Armonización Tributaria Municipal tuvo un objetivo noble, en un contexto de emergencia nacional, como lo ha sido la pandemia por covid-19, pero su aplicación ha contrarrestado su objetivo, pues ha sido excesivamente impositiva y negativa para las empresas que están operando.
Elevar el precio de los impuestos en una economía inflacionaria, en recesión y con bajo consumo, no es la mejor fórmula para combatir estos males. Por el contrario, los empeora, y promueve el que la región se convierta en un caldo de cultivo para la informalidad.
2. Sector turismo: la importancia de la flexibilización para todos los sectores
La pandemia ha impuesto una nueva realidad, ante la cual todos hemos tenido el deber público de adecuarnos para cumplir con todas las medidas de bioseguridad y así proteger a la colectividad. Sin embargo, para los diversos sectores que no fueron incluidos en el plan de flexibilización 7+7, no ha habido oportunidad para esta adecuación, y más que ser factible, es algo necesario para la supervivencia de las empresas que los conforman.
Este es el caso del sector turismo; en numerosas oportunidades, sus representantes se han dirigido a las autoridades explicando las razones que hacen menester la apertura sostenida del sector, y la importancia de reanudar vuelos comerciales, nacionales e internacionales, que permitan la reactivación del turismo en el país. Cada día que se suma a la paralización de este sector, es un día menos para la cuenta regresiva de las empresas que lo conforman, y siendo el turismo uno de los grandes atractivos de nuestro país, es una decisión que puede traer grandes consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
3. El tránsito y transporte de mercancía, víveres y licores
Asimismo, el transporte de alimentos y bebidas alcohólicas ha sufrido complicaciones en el marco de la flexibilización, pues el establecimiento de alcabalas para controlar el paso en tiempos de pandemia, ha impulsado el cobro de tarifas extraoficiales que generan pérdidas en el sector comercial, que termina perjudicando a toda la cadena de consumo.
4. La escasez de combustible y su impacto
El combustible también ha sido una gran limitante durante años. Su escasez y la corrupción durante su distribución, que deja espacio a la creación de un mercado negro para este bien, ha hecho que su impacto sea mayor en la estructura de costos de las empresas y en las dinámicas de compra y venta de los comercios, debido al incremento en los costos de traslado y la incapacidad de movilización de gran parte de la población. Los comercios han tenido que reinventarse para poder continuar ofreciendo bienes y servicios, y todo esto en un contexto hostil que solo hace cada vez más difícil el mantenimiento de estas empresas.
5. Servicio eléctrico: la facturación en cuarentena
En el caso de la electricidad, ya no son solo las fallas recurrentes que afectan la actividad comercial y deja a los distintos sectores sin energía durante largas jornadas, sino que también se le suma el incremento excesivo de las tarifas comerciales y residenciales sin consulta o previa notificación, cobrando el servicio incluso a comercios que permanecen cerrados o que no pueden hacer uso de todas sus facultades, debido la falta de flexibilización para todos los rubros. Mensualidades que van desde los Bs. 5.900.000,00 a 285.000.000,00, y está el caso de los negocios que se encuentran completamente inactivos y sin consumo de KWH, quienes reciben cobros de más de Bs. 200,000,000 mensuales.
Ante esto, Fedecámaras Bolívar considera importante que las variaciones en el aumento tomen en los horarios establecidos durante las cuarentenas radicales y el impacto que tienen en las capacidades de los comercios.
Desde el sector productivo no nos rehusamos a pagar impuestos o servicios básicos, en su lugar, celebramos y apoyamos las iniciativas de las autoridades y entendemos que para mejorar los servicios en un contexto inflacionario es necesario realizar ajustes a las tarifas; sin embargo, deben hacerse teniendo en cuenta el impacto que tendrá y la realidad del entorno.
Al mencionar estos puntos, queremos demostrar que las decisiones que se han tomado hasta el momento no son casos aislados, sino que se conforman un patrón en el que el perjudicado es el sector empresarial, y como la principal institución gremial de la región, consideramos que nunca ha habido un mejor momento para buscar, en el consenso, las soluciones que tanto necesita nuestro país.
Esta federación y todas sus cámaras de base en su afán determinista de contribuir con las soluciones de los graves problemas que lo aquejan, hace llamado a las autoridades para que juntos podamos encontrar las soluciones que ayuden al sector productivo a seguir ofreciendo los bienes y servicios que todos requerimos.
Tenemos como objetivo pensar en ese futuro que anhelamos y hallar la forma de hacerlo posible, y en este momento, ese objetivo necesita del apoyo y la conjunción de todos los sectores que hacemos vida en el país para, realmente, conseguir los resultados que se requieren para reactivar nuestra economía y traer bienestar a nuestra población.
En el consenso hallaremos las respuestas que nuestra región y Venezuela entera necesita.
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