Empresas en la UD-321 luchan por mantenerse a flote

La zona industrial en la UD-321 de Puerto Ordaz mantiene un movimiento de ventas regulares, en lo que va de este 2024.

Para Diego Orozco, desde una de las empresas de metalmecánica, las ventas han registrado una leve mejoría, en comparación con años anteriores.

Aunque acota que los despachos más frecuentes son a los clientes particulares, frente a los pocos trabajos de mayor envergadura con las empresas básicas de Guayana.

Con este ritmo comercial, Orozco asegura que los meses de enero, febrero y marzo son difíciles, debido a las festividades como Navidad, Carnaval y Semana Santa, pero logran cubrir la nómina y los gastos básicos de la compañía.

“No hay un amplio margen de ganancias, esto es para mantenerse”, señala.

A pesar de la dura realidad, indica que esta zona industrial no ha muerto, al contrario hay compañías que, a su juicio, han crecido e invertido en otros galpones, pero todo dependerá del rubro al que se dediquen.

A su vez, cuenta la otra cara de la moneda que muestra algunas instalaciones vacías y hasta desvalijadas.

Lucha constante

Joyce González, en el área de administración de un taller mecánico dedicado a la bomba de inyección diésel, agrega que este 2024 la clientela sigue igual de baja.

“Sí tienes un margen de ganancias, que es muy poco, los impuestos te arropan todo”, expresa Gónzález.

Expone que a diario es “una lucha constante” y han tenido que ajustarse a los clientes para concretar los trabajos.

Pese a que las empresas en la avenida principal de la UD- 321 se muestran con las santamarias arriba, todas manejan una economía diferente.

González calcula que alrededor de un 60 % de los negocios han tenido que cerrar sus puertas, desde antes de la pandemia hasta la fecha, pero subraya que la crisis sanitaria agudizó la situación.

Emprendimientos

Sin importar el tamaño del negocio todos hacen el esfuerzo por seguir adelante.

En el caso de Antonio Rondón, quien comenzó su emprendimiento con venta de chichas desde hace un año y medio en la calle principal de la UD-321, confiesa que en principio fue complicado, pero poco a poco los clientes comenzaron a acercarse.

“El año pasado se vio más movimiento que ahora, no sé si es porque están comenzando el 2024, pero antes había más movilidad”, dice Rondón.

Los precios que maneja van desde los 30, 40, 50 y 110 bolívares, según el tamaño del vaso y hasta chichas especiales con topping de diferentes ingredientes.

Recuerda que diciembre fue un buen mes, al vender termo y medio, tras revelar que en promedio es un solo recipiente que despacha hasta las 3:00 p.m.

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