Efectivo vs. puntos de venta en Alta Vista
“Le faltan las pantallas, pero te sale en 15 mil en efectivo”, comentó un vendedor en las cercanías de uno de los “peroleros” de Alta Vista. Piezas electrónicas, ropa, electrodomésticos, videojuegos y libros son los artículos que regularmente ofertan.
Sin embargo, este domingo se tuvo la particularidad de observar en venta otra clase de artículos: morrocoyas.
La situación económica venezolana es la que ha llevado a la creación de espacios como este, donde encuentras de todo un poco, comenta Andrea Monagas mientras busca un pantalón que pueda adquirir con 10 mil bolívares en efectivo.
En el estacionamiento de la Torre Alférez se pueden encontrar los fines de semana a vendedores que piden bolívares (la mayoría en efectivo con billetes de 200 en adelante) y otros que piden dólares o su equivalente en moneda venezolana, al cambio del día.
Libros entre 5 y 120 mil bolívares, electrodomésticos entre 35 y 80 dólares, una señora vendiendo yuca frita en 3 mil el paquete y hasta un morrocoy amarrado a una mesa.
Contraste
En las adyacencias están los centros comerciales y se observa no la venta de yuca frita, sino de helados, televisores, videojuegos, ropa y más, ahora no en efectivo (a menos que sean dólares) sino por punto de venta.
En un ambiente tranquilo y sin personas caminando muy pegadas ni ofertando con su voz a donde sea que vayas, se nota una organización costosa pero efectiva.
Un Playstation 3 usado que cuesta 150 $ en el “perolero”, cuesta en este centro comercial 400 $. Un pantalón para dama, usado, marca Levi’s, por solo 12 mil bolívares. ¿Cuánto cuesta en el recinto comercial? Alrededor de los 400 mil.
En el “perolero” venden el toldo que usan para cubrirse del sol por 60 $ o la cantidad en bolívares al cambio, pero “no hay lugares disponibles desde las 7:00 de la mañana”, declaró Jesús Martínez.
En cambio, en los centros comerciales hay algunos locales disponibles para alquilar y existen otros que están en aparente remodelación o adaptación a un nuevo dueño.
Los clientes
“El perolero me ofrece cosas usadas, algunas en buen estado y otras que durarán poco, pero con precios más accesibles a mi bolsillo”, comentó Cruz Rodríguez.
En las cercanías de un local donde ofrecen un televisor a 300 dólares, una persona que prefirió no identificarse indicó que en el comercio formal “se pueden encontrar productos nuevos, de casi todas las marcas y con garantía”.
Sin embargo, Marcos Jiménez explicó que “todo depende de lo que vayas a comprar y del dinero que tengas ahorrado. Yo compro camisas para trabajar en el perolero y compro zapatos nuevos en las tiendas”.
El poder de adquisición, parece ser lo que diferencia a los clientes que van al “perolero” y los que prefieren comercios formales, al menos es lo que destaca Óscar Velásquez, mientras disfruta de una barquilla y no de un “chupi-chupi” que vende en el perolero la misma señora de la yuca.