Economía

Ecoanalítica: Venezuela experimenta moderado crecimiento económico en 2021

Pese a que la tasa de inflación registra un descenso importante este último año, el país sigue exhibiendo un aumento generalizado y sostenido en los precios que pudiera ubicarse en alrededor de 1.000 % al cierre de 2021.
viernes, 15 octubre 2021
Cortesía | Especialistas no vislumbran una recuperación de la industria petrolera 

Para el economista y director de Ecoanalítica Asdrúbal Oliveros, existen escenarios claves que explican la depresión de la economía venezolana y que señalan claramente hacia dónde va el país suramericano en los próximos años.

La situación económica nacional en los últimos ocho años es similar a la de un avión que va en picada y se estrella, dijo el consultor empresarial durante su presentación titulada “Hacia dónde va Venezuela, perspectivas macroeconómicas 2021-2022”, como parte del evento Actualización de Escenarios Datanalisis.

La magnitud de la tragedia venezolana responde a cuatro datos reveladores, el primero de ellos, una caída acumulada que alcanza casi 80 % en su octavo año de contracción económica; el segundo, una hiperinflación ininterrumpida de cuatro años; el tercero, el desplome de la producción petrolera que se ha reducido 80 % comparado con 2013, y finalmente una disminución cerca del 85 % en las importaciones entre 2013 y 2020.

“Difícilmente podamos encontrar un país en el hemisferio occidental con estos niveles de contracción, ya estamos en el cuarto año consecutivo de hiperinflación y somos el primer Petro-Estado en lograrlo (…)  hay que empezar a ver a Venezuela de una forma distinta, con nuevos paradigmas, no solo desde el punto vista económico y social sino de gerencia empresarial porque la dinámica que teníamos en el pasado ya no aplica”, puntualizó Oliveros.

Inflación se desacelera

Venezuela en términos de inflación registra un descenso importante este último año, no obstante el país sigue exhibiendo un aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios existentes en el mercado.

“Estamos hablando de una tasa de inflación de 1.600 % que viene descendiendo y que pudiera incluso cerrar 2021 cerca de 1.000 % si se mantiene el mismo comportamiento (…) El gobierno está intentando enfrentar el tema inflacionario, y ejemplos de ello son la reconversión monetaria aplicada recientemente y la colocación de divisas por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) para intentar contener los precios”.

Sin embargo, Oliveros señaló que un gobierno que tiene muy pocas herramientas para enfrentar la inflación, que no cuenta con acceso al financiamiento y que tiene además bajos niveles en sus reservas internacionales, suele inclinarse por herramientas heterodoxas para contener los precios, tal y como lo ha venido haciendo.

“Estamos viendo en 2021 la menor contracción en los últimos ocho años, pero esto no quiere decir que haya señales de crecimiento económico, efectivamente hay algunos sectores que están respondiendo positivamente, sin embargo, no estamos observando un crecimiento. Estamos frente a una contracción muy moderada en comparación con los años precedentes que nos hace pensar en una especie de aterrizaje forzoso”, explicó el economista.

En lo que sí está de acuerdo Oliveros es que el entorno de alta caída que experimentó la economía en estos últimos años “ha mutado, ha cambiado a un entorno muy diferente, lo que va a permitir que algunos sectores crezcan”.

Dolarización: Una válvula de escape

Otro de los elementos que tiene consecuencias económicas, sociales e incluso financieras es la dolarización, que viene funcionado como una válvula de escape en Venezuela.

“Cuando los precios se fijan en divisas terminan convirtiéndose en un ancla y la capacidad de crecer de esos precios se limita. La dolarización permite de alguna forma estabilizar y le da certidumbre a la gestión empresarial en vista de que el gobierno no tiene capacidad de financiamiento, bien sea por elementos ligados a la credibilidad, al default de la deuda o a temas institucionales y de legitimidad”, dijo el economista durante el evento organizado por la encuestadora Datanalisis.

Agregó que en Venezuela hay cinco veces más dólares en efectivo que bolívares, lo que evidencia una desmonetización de la economía debido al desplazamiento de la moneda. En ese sentido el economista aseguró que el uso del dólar difícilmente pueda revertirse en el corto y mediano plazo.

Importaciones lejos de ser un boom

La política comercial también juega un rol muy importante en el rendimiento económico que ha tenido el país suramericano.

“Hay dos cambios importantes que están impactando la dinámica de las importaciones, el primero es que hoy el principal importador es el sector privado y no el Estado, y el segundo es que el grueso de las importaciones en este momento son bienes terminados y no materia prima. Estamos en un mínimo histórico que no se corresponde nada con un boom. Venezuela está muy lejos de vivir un crecimiento en las importaciones”, aclaró.

Asimismo, detalló que las importaciones en términos relativos son más baratas que los productos locales y eso termina funcionando como un elemento estabilizador de la competencia, los inventarios y se convierte en una limitante de crecimiento en los precios.

La reducción del gasto

El desplome del gasto público no tiene precedentes en Venezuela, con un gobierno que está muy lejos de ser el multiplicador del gasto que era antes, eso hoy no existe, señaló el analista.

“Los ingresos se han desplomado pero también ha habido una reducción brutal del gasto, esto habla del colapso del Estado y de cómo ese Estado tiene efectos perniciosos en la dinámica social (…) hay ciudadanos que están en condiciones de vulnerabilidad y que no cuentan con la capacidad desde la política pública de ser ayudados y es aquí donde las empresas se convierten en una especie de sustituto imperfecto del Estado, lo que evidentemente incide en sus costos y su competitividad y también tiene efectos en la dinámica de inflación”, apuntó.

Se pulveriza la banca 

El sector bancario es otro de los problemas que tiene la economía y el sector privado, una banca que no tiene posibilidad de acompañamiento, una banca que se ha reducido al mínimo como parte de un efecto colateral de los ajustes del gobierno, dando como resultado una “institución minúscula” que no tiene capacidad para prestar.

“La cartera de créditos de Venezuela no llega ni al 1 % del PIB. Para una economía como la venezolana el crédito tanto para empresas como para el consumo debería estar en torno a 10 mil y 12 mil millones de dólares, que equivalen más o menos al 30 % del PIB”.

Expuso que esta es “la principal preocupación de las empresas, que en el pasado se daban el lujo de tener ciertas ineficiencias, porque al final tenían subsidio cambiario, de créditos, de servicios públicos, de materia prima, entonces cualquier error en la gestión gerencial era compensado por esa estructura de subsidios de alta capacidad que hoy no existe”.

Con un Estado en estas condiciones no hay sector privado que pueda acompañar un crecimiento en la economía, mucho menos en ausencia de un cambio radical en la política del país.

Tendencia peligrosa

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica: “El año 2021 va a cerrar con una menor contracción económica. No vemos una recuperación en términos de producción petrolera pero tampoco vemos un deterioro importante. Las importaciones siguen en su mínimo histórico y la inflación se mantiene a raya pese a una subida posterior a la reconversión y continúa su tendencia decreciente pero no dejará de ser una tendencia peligrosa. La sobrevaluación de la moneda se mantiene con la distorsión en precios relativos, las remesas siguen en aumento y la dolarización es prácticamente irreversible.

 

 

 

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