Comerciantes contra la pared y preocupados por los impuestos

Las “multas impagables”, las auditorías y fiscalizaciones que el ayuntamiento impone a los comercios formales, han sido los motivos por los cuales actualmente varios comerciantes han decidido cerrar su negocio o preferir la informalidad, comenta Catherine Wilson, presidenta de la Cámara de Comercio e Industrias del Municipio Caroní (Camcaroní).

Wilson señala que, comparado con otros municipios del país, Caroní es uno con los aforos tributarios más altos y que, además, parte de los comerciantes han sido víctimas de una realidad llena de multas,  “prácticamente impagable”.

“Muchas empresas han decidido cerrar sus puertas por no tener liquidez para cumplir con todos sus compromisos como contribuyentes, también tenemos altas facturas de servicios públicos”, señala.

La preocupación constante que viven se debe a las auditorías en las que “los auditores asisten al comercio con un acta de requerimiento que tiene más de 15 artículos que solicitan”, expone la presidenta de Camcaroní.

En dicha acta, además de documentos reglamentarios, también piden a los comerciantes “la contabilidad, inventarios, estados de cuenta de la empresa sellados y firmados por el banco”, los cuales, con un lapso de 3 días para ser entregados, tienen una disponibilidad que se escapa de las manos de los responsables de un negocio formal.

“El banco tarda en imprimir, prácticamente imposible y después que el contribuyente no entrega, los auditores proceden a colocar una multa basada en una base presunta y no en la base real”, agrega.

Desequilibrio económico

Degni Gómez, presidente de la Cámara de Comercio del estado Bolívar, afirma que “la depresión económica” se convierte en una constante causa de cierre de negocios. “El que trabaja con alimentos, el mínimo de gracia es muy poca, entonces prefieren cerrar, negocios pequeños nos estamos refiriendo”, comenta.

Acerca del comercio informal, Gómez añade que han mantenido conversaciones con la Alcaldía del Municipio Angostura del Orinoco para “subsanar eso”, lo cual considera un tema complicado por la cercanía existente a las elecciones previstas para el año 2024. “Eso genera votos y nos estamos preparando para unas elecciones, todas esas acciones tienen un peso político y no se atreven a pasarlos a la formalidad o subsanar dichas fallas que vienen ocurriendo”, explica.

Cumplimiento legal

Las afectaciones que vive el sector comercial han llevado a los gremialistas a hacer un llamado a los entes fiscales para otorgar a los comerciantes el tiempo suficiente para recaudar la documentación requerida en las auditorías. “Que sea basado en bases ciertas y no presuntas que realmente se tomen el tiempo de estudiar el caso y si el contribuyente falló, coloquen la multa, pero algo basado en lo cierto”, expone Catherine Wilson.

Asimismo, resaltan la importancia de que los comerciantes cumplan con el pago de impuestos y este “dinero basado en contribución se vea reflejado en hechos”.

En cuanto a la Ley Orgánica de Coordinación y Armonización de las Potestades Tributarias de Estados y Municipios, la gremialista comenta que “va a permitir que los aforos del municipio bajen, donde el máximo es del 3 %, esperamos que se pongan en marcha y ver como quedarán los aforos municipales”.

Con esta ley, Degni Gómez manifiesta que “nos estamos metiendo una centralización bien arropante”, lo cual señala como algo “muy complicado al desarrollo de cualquier país”.

Sin respuestas

Comerciantes del municipio Caroní denuncian fallas en el portal web que impiden cumplir con los pagos tributarios correspondientes. “Pagué y reporté mi pago, pero la captura de pantalla quedó en revisión, cuando voy a pagar el segundo mes, el sistema no me acepta”, comenta sobre su caso una contribuyente.

Ante esto, acudió a la alcaldía y “generaron el pago”. Sin embargo, su usuario presenta, nuevamente, una retención que no le permite pagar. “El sistema no me deja seguir pagando y me aplican una multa por eso”.

A pesar de pedir soluciones para estar al día, los funcionarios no han dado ninguna respuesta favorable. “Ellos tenían que liberarme en el sistema para yo seguir declarando, pero el sistema no me liberó”, insiste.

Catherine Wilson señala que tener un negocio a través de plataformas como Instagram, es más fácil de mantener y, por lo tanto, los comerciantes prefieren la informalidad. “No tienes costo asociado, entonces pueden seguir vendiendo y no entregar absolutamente nada al fisco”, menciona.

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