Suspenden por un año a la seleccionadora de fútbol femenino de Canadá
La FIFA retiró seis puntos al equipo femenino de fútbol de Canadá en el torneo olímpico, defensora del título, por el escándalo de espionaje con un dron desvelado en los últimos días y sancionó a la seleccionadora canadiense, Beverly Priestman, así como dos miembros de su cuerpo técnico, entre ellas la piloto del dron, de toda actividad relacionada con el fútbol durante un año.
El escándalo fue desvelado hace unos días, cuando un dron de la selección defensora del titulo olímpico fue encontrado sobrevolando el entrenamiento de sus rivales para el debut en el torneo (Nueva Zelanda), un miembro de la organización señalo el peculiar hecho, alertando a la policía que detuvo a la piloto -miembro del equipo técnico canadiense- que posteriormente fue condenada 8 meses de cárcel exentos de cumplimiento.
La seleccionadora decidió no sentarse el pasado jueves en el banquillo durante el partido contra Nueva Zelanda, que acabaron ganando 2-1, en el que la batuta la tomó su adjunta Andy Spence, que no forma parte de los suspendidos por la FIFA.
Posteriormente, la Federación Canadiense anunció el inmediato despido de la seleccionadora y encargó una investigación independiente sobre los hechos, mientras que las componentes del equipo indicaron tras imponerse a Nueva Zelanda que no estaban al corriente de ese espionaje.
La FIFA ha considerado que además de las responsables directas, la Federación de Fútbol Canadiense no ha actuado en concordancia con los lineamientos de vigilancia a sus entrenadoras, en consecuencia entró una sanción administrativa.
Deportivamente, la sanción incrementa las chances de clasificación de Colombia, que tras perder el partido de apertura tiene la oportunidad de tomar un nuevo rumbo ante Nueva Zelanda.
Seis puntos menos
La FIFA le descontó seis puntos a Canadá en el torneo femenino de fútbol de los Juegos Olímpicos y vetó a tres entrenadores por un año el sábado a raíz de un escándalo de espionaje con drones.
La sorpresiva serie de castigos incluye una multa de 200.000 francos suizos (226.000 dólares) a la Federación de Fútbol de Canadá, en un escándalo que estalló durante los Juegos.
Dos asistentes fueron sorprendidos espiando con drones un entrenamiento el miércoles de Nueva Zelanda, su rival en el primer duelo del torneo.
La entrenadora Bev Priestman, quien llevó al equipo al título olímpico en Tokio en el 2021, ya había sido suspendida por su federación y posteriormente fue removida del torneo olímpico.
Priestman y sus dos ayudantes implicados en el caso, Joseph Lombardi y Jasmine Mander, fueron vetados por un año de cualquier actividad futbolística.
Una sanción de tantos puntos es algo casi sin precedentes en medio de un torneo internacional.
La federación canadiense y el Comité Olímpico del país anunciaron a última hora del sábado que apelarían la sanción, especialmente el descuento de puntos.
“Nos sentimos muy mal por las jugadoras de la selección canadiense de fútbol femenino. Hasta donde sabemos, ellas no tienen nada que ver con este asunto”, señaló David Shoemaker, el director ejecutivo y secretario general del Comité Olímpico de Canadá.
“En respaldo a las jugadores, junta a la federación canadiense, estamos sondeando nuestro derecho a apelar el descuento de seis puntos en este torneo olímpico”, añadió.
El recurso de apelación podría ser presentado ante el panel olímpico especial en París del Tribunal de Arbitraje Deportivo en París. Dicha corte se encarga de audiencias y veredictos con carácter de urgencia durante los Juegos Olímpicos.
La sanción también socava la imagen de la federación canadiense, que colabora estrechamente con la FIFA en la organización de la Copa Mundial de 2026 en Norteamérica.
Las ciudades canadienses de Toronto y Vancouver serán escenario de algunos de los 104 partidos del torneo que se expande a 48 equipos en vez de 32. El Mundial también se jugará en 11 ciudades de Estados Unidos y en tres de México.
La FIFA aceleró el proceso disciplinario al pedirle a sus jueces de apelación que se encargaran del caso.
Los jueces del organismo rector del fútbol mundial encontraron que Priestman y dos de sus asistentes “eran responsables, cada uno, de comportamiento ofensivo y violar los principios del fair play”.
La federación canadiense fue culpada por no garantizar que su personal siguiera las normas del torneo.
La británica Priestman, de 38 años, fue contratada en 2020 para tomar las riendas de la selección canadiense. Tiene contrato hasta el final del Mundial Femenino de 2027.
Después de darse a conocer el escándalo, Priestman dejó al campeón olímpico vigente días antes de su presentación del miércoles ante Nueva Zelanda. Los directivos de Canadá sospechan que el espionaje ha sido sistemático desde hace años.
Sus dos asistentes fueron enviados de regreso a su país por el supuesto uso de un dron para espiar el entrenamiento de Nueva Zelanda. Canadá ganó el partido 2-1 de la mano del entrenador asistente Andy Spence.
La deducción de puntos, de ser ratificada por el tribunal, no elimina a Canadá del certamen. Podría significar, sin embargo, que el equipo se vea obligado a ganar sus tres partidos del Grupo A y conservar la esperanza de avanzar con tres unidades, posiblemente como segundo lugar.
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