Patrizia Piovesan: Estoy en la búsqueda de la medalla de oro panamericana
Patrizia Piovesan es una de las más importantes esgrimistas venezolanas en la actualidad. Bajo la guía del entrenador Ruperto Gascón tiene varios años entrenando en Polonia.
La bolivarense ha logrado medallas en diferentes eventos internacionales. Destacando la de plata que consiguió en los Juegos Panamericanos Lima 2019, convirtiéndose en la primera criolla en llegar a una final individual en espada en esta competencia.
La espadista que representa al estado Bolívar se prepara en el citado país europeo para disputar los campeonatos que dan cupos a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Piovesan conversó con PRIMICIA para revelar más sobre su historia en este deporte, del apoyo de sus familiares y su novio, el esgrimista de la selección peruana, Federico Cánchez.
¿Cómo fue que llegaste a practicar esta disciplina?
Inicié a los siete años, no porque me gustara la esgrima, sino porque me dijeron que tenía que hacer algún deporte porque estaba un poquito pasada de peso, hacer alguna actividad fuera de la escuela.
Entonces, me metieron en natación, voleibol, probé varios deportes, pero ninguno me gustó.
A los siete años lograron inscribirme en un curso de verano que hicieron para que probaran y vieran si les gustaba la esgrima se inscribieran, y bueno, hasta el día de hoy he seguido, es una pasión que ha ido creciendo.
Estoy muy agradecida porque he encontrado a muchísimos entrenadores y personas, actualmente estoy en un gran equipo que me ha ayudado a llegar a lo que soy hoy.
Empecé en florete, luego a los 13 años empecé con espada y me gustó.
¿Cuáles fueron tus primeros logros?
Mi objetivo era ganar el Campeonato Nacional en Venezuela, después un Campeonato Panamericano juvenil y ambos los logré.
A los 19 años, siendo aún juvenil logré entrar al equipo de espada adulto y participé en el Mundial de Catar en 2011, después de ahí busqué mantenerme entre las primeras cinco y actualmente sigo formando parte del equipo.
¿Qué te enamoró de la esgrima?
A esa edad no sé qué me siguió motivando, pero la competitividad me llamaba la atención, esa adrenalina que te da la competencia, ese reto, de tener la oportunidad de superar al otro y a ti mismo. Es muy importante que lo que hagas, te guste.
La esgrima aparte de tener una buena condición física, se tiene que tener mucho análisis, resolución de problemas rápidamente, adaptarte al oponente, porque todos son diferentes.
¿Cómo fue el camino para llegar a tus primeros logros?
Fue fundamental el apoyo de mis padres y de todos los entrenadores de Bolívar.
Considero que he llegado a ser lo que soy por la ayuda de todo un equipo de trabajo, en este se incluye a familiares, pareja, entrenadores, coordinadores y compañeros de equipo.
¿Cuál entrenador te ha influenciado y ha sido clave en tu carrera?
Esa pregunta es muy difícil ya que todos los cuatro entrenadores que he tenido me han aportado cosas diferentes y particulares de cada uno de ellos.
Sí quiero resaltar mis entrenadores actuales que son Benry Martínez en la parte táctica y Ruperto Gascón en la parte técnica, ya que me dieron ese impulso para competir a un nivel mundial.
¿Cuáles han sido tus mayores logros en la disciplina?
La más importante y reciente es mi medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima y también quiero incluir el bronce por equipos, ya que lo tuvimos que luchar contra el equipo de Brasil que actualmente posee a la actual campeona mundial.
Y mi primera medalla como tal no la recuerdo muy bien, pero sí recuerdo los podios logrados en mi categoría infantil y agradezco mucho a mis padres porque siempre hicieron el esfuerzo para viajar y llevarme a las distintas competencias.
¿Cómo comparas a la Patrizia de los Juegos Nacionales 2013 con la de ahora?
¡Qué bonitos recuerdos! únicos diría, siento que aquella Patrizia estaba muy clara de lo que quería, pero aún no sabía que sería bien fuerte y largo el camino, la Patrizia de hoy es una persona que tiene el mismo objetivo de hace 10 años, pero con mucha más paciencia y determinación.
Siento que tengo más calma y control de mi emociones, he trabajado mucho la parte psicológica, cosa que antes no le daba mucha importancia.
He aprendido que si quiero llegar a ser una deportista medallista olímpica y mundial no solo debo entrenar y mejorar en el gimnasio; si no también en todos los demás aspectos de mi vida, como lo son mis estudios, mi personalidad, la relación con mi equipo y familia, pareja y muchas otras cosas más.
¿Qué estás haciendo en este momento?
Vivo en la ciudad de Lodz, Polonia donde desde marzo comenzó la cuarentena. Tengo la suerte de vivir en un apartamento con el equipo femenino que está preparándose. Hemos podido entrenar en un espacio reducido, en las escaleras, a través de aplicaciones.
La parte técnica la hemos trabajado a veces hasta sentadas dándonos como mini clases; siempre buscando la manera de no quedarnos paradas. Lo más preocupante es la parte técnica, los movimientos.
Ya estamos entrenando normal, ya podemos ir al gimnasio con medidas preventivas. Además estoy estudiando a distancia en una universidad de Panamá. Estamos haciendo lo que podemos, porque aún no sabemos cuándo se van a retomar las competencias.
¿Con cuáles compañeras entrenas?
Entreno con María Gabriela Martínez que forma parte de la selección nacional, Danieris Maya y Betyumil Posada ellas son más jóvenes y son primer año en la categoría adulto.
El trabajo entre todas y la convivencia ha sido fundamental y crucial para mí desarrollo tanto personal como deportivo, no puedo decir que nunca tenemos problemas porque sería una gran mentira.
Pero doy gracias porque todas las dificultades que se nos presentan siempre tienen un gran aprendizaje, el cual me esfuerzo por asimilarlo y llevarlo a mi día a día, uno de los más importantes ha sido aprender a trabajar en equipo, con la ayuda de nuestra psicóloga y nuestros entrenadores creo fielmente que en equipo puedes lograr lo que sea.
¿Fue un impulso para ustedes la medalla olímpica de Rubén Limardo?
Sí, pero más que impulso lo definiría como la materialización de un sueño y ver cómo con trabajo y dedicación todo es posible, solamente si te lo crees y trabaja para ellos.
Poder entrenar con un atleta como Rubén es un impulso y motivación en cada sesión de entrenamiento, es mi ejemplo a seguir no solo como esgrimista, si no como persona. Espero un día poder traer otra medalla tan grande y verdadera como esa para mi querido país.
¿Cuáles son tus metas a mediano y largo plazo?
Ganar una Copa del Mundo y un Panamericano adulto. Eso no lo pude obtener este año, quedé en tabla de 8. Estoy en la búsqueda de la medalla de oro panamericana, ese puesto me daría un gran impulso de puntos en mi ranking internacional, en el que actualmente estoy posicionada en el número 50.
A mediano plazo clasificar a las Olimpiadas, sino no son las de Tokio 2021, a las de París 2024 y por supuesto traer una medalla.
¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades que debes corregir?
Son la decisión y la constancia. Quisiera más que reforzarlas, mantenerlas porque son claves. Últimamente he estado estudiando y aprendiendo mucho la visualización, quisiera incluir mucho más eso en mi día a día.
¿Qué crees que se debe hacer para reimpulsar la esgrima en Bolívar?
Lastimosamente la esgrima en Bolívar no ha seguido teniendo el apoyo por parte del estado para seguir impulsándola. El impulso debe venir de un conjunto de personas para que se pueda levantar un poco. Sobre todo la motivación para que los chicos practiquen.
Las redes sociales son hoy en día un instrumento, que si es bien manejado tienen un efecto muy positivo, siempre monto fotos y videos para motivarlos, para que sigan trabajando, así sea una hora desde su casa o un parque. Siempre hay una solución a todo, no se rindan.
¿En cuál escuela comenzaste a entrenar?
Fue en la escuela Circolo Scherma Montebelluna, porque yo nací en Italia, en un pueblito llamado Montebelluna, en la capital de Treviso. A los 13 años me mudé con mis padres a Venezuela, mi papá es italiano y mi mamá venezolana.
Vivíamos en Puerto Ordaz y viajábamos todos los días a Ciudad Bolívar cuando salía del colegio a las 2:00 pm. Entrenaba y nos regresábamos en la tarde-noche. Por eso les agradezco mucho a ellos.
¿Qué significa para ti representar a Bolívar?
Me llena de muchísima alegría y energía siempre. Llevo en mi corazón un gran agradecimiento, ya que cuando llegué a Bolívar se me abrieron las puertas, me dieron la oportunidad de poder llegar a donde estoy.
Las cosas no son casualidad, que yo de tan lejos haya llegado al gimnasio Chuchú Gruber, aunque no nací allí me siento de Bolívar y siempre llevo ese poder guerrero a la pista, tengo la oportunidad de llevar el tricolor a todas partes del mundo.
¿Les han dicho algo sobre las competencias?
La FIE informó en un comunicado que las competencias comenzarán en noviembre. Para clasificar a Tokio faltan dos competencias y un preolímpico, pero esas se disputarán el año que viene, a partir de marzo o abril.
¿Qué medidas han tomado para cuidarse?
Ante todo respetar la cuarentena. Ahora nos limitamos solo a ir a entrenar y hacer cosas necesarias. Usando mascarilla y antibacterial.
Yo invertí en una buena bicicleta para evitar usar el transporte público y como es verano lo disfruto mucho.
No hay que tomar a la ligera algo desconocido, así que es mucho mejor prevenir y pensar en el prójimo. Hago un llamado a tomar las medidas preventivas.
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