Manchester United venció a Liverpool y sumó sus primeros tres puntos

La Premier League de esta temporada no hay quien la entienda. Manchester United, colista junto al West Ham hasta este lunes, sumó sus primeros tres puntos de la temporada a costa de un Liverpool en crisis y que está en las antípodas del equipo que se vio las pasadas temporadas (2-1).

Mérito doble para los ‘red devils’. Y también para Ten Hag. El neerlandés demostró no temerle a nada y sentó a Cristiano Ronaldo y a Harry Maguire, dos supuestos pilares del equipo, y se vio la mejor versión de los suyos en Old Trafford.

Especialmente de la pareja formada por Varane y Lisandro Martínez, que hicieron un partidazo con mayúsculas.

Con fuego en los ojos salió Manchester United solo empezar, consciente de la importancia de marcar terreno para sumar. La imagen la demostró un Lisandro Martínez que se medio picó con Salah cuando no había pasado ni siquiera un minuto en el crono.

Con ese ritmo en la presión por dentro, y aprovechándose de un Liverpool con dudas en la generación de jugadas, el que estuvo más cómodo sin lugar a dudas fue el equipo de Ten Hag.

La idea era robar y correr a las espaldas, a poder ser de Alexander-Arnold, algo cada vez más común. Sin muchos adornos fue como el United metió miedo y Elanga tuvo una muy clara que el palo sacó cuando parecía que entraba fuera.

En la siguiente, la historia fue diferente. Jadon Sancho demostró tener hielo en las venas con un recorte de figura, dejando tirados a Milner y Alisson en el área, y marcó a puerta vacía para hacer rugir a Old Trafford ante la atenta mirada de Casemiro en las gradas (16’).

Un contraste total con el Liverpool, que necesitaba que Firmino bajara casi al centro del campo para dar fluidez a sus posesiones, que buscaron más a Luis Díaz, porque Salah estuvo desaparecido una vez más.

De hecho, la única oportunidad clara de los ‘red’ en ese primer periodo fue en una carambola en la que casi se marca en propia puerta Bruno Fernandes, que por suerte fue salvado por Lisandro Martínez.

Mejoría tardía

Lo cierto es que Liverpool, tras el paso por vestuarios, salió con otra actitud. Más vertical, con ataques rápidos y conscientes de que el medio campo formado por Henderson, Elliott y Milner no se sentía cómodo cuando el United se colocaba en campo propio.

Tuvo un par de amagos el equipo de Klopp, pero su nueva idea se fue al garete en nada. Henderson controló fatal y la contra del Manchester terminó con Rashford clavándola ante Alisson y terminando con el ímpetu rival (53′).

Ante ese juego insulso y poco provocativo impropio del Liverpool, Klopp optó por dar entrada a Fabinho para encontrar un organizador del juego capaz de dar fluidez a la circulación una vez vio como Alisson sacaba el tercero de milagro.

Pero esa no fue tampoco la solución. Centro en incontables ocasiones Alexander-Arnold y la respuesta fue siempre la misma, Varane y Lisandro Martínez sacándolo todo.

Y del mismo modo que en el primer tiempo, la evidente falta de pegada del Liverpool se evidenció de que, la primera más clara en la segunda mitad fue otro casi autogol, esta vez del central argentino del United, que salvó en esta ocasión un De Gea en redención.

No pudo, tras otra gran intervención, con un cabezazo de Salah que entró en lo poco que hizo el egipcio (81′).

Ese gol sirvió de poco. Ten Hag metió en el campo en los últimos minutos a un Cristiano Ronaldo con cara de pocos amigos y el resto fue historia. El Liverpool, con 2 puntos de 9 posibles, dormirá hasta la próxima jornada decimosexto de la Premier League y entra en una crisis preocupante que le cede Manchester United, que siendo decimocuarto tampoco está para tirar cohetes.

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