Lismar Lyon: “Lo que siento por la natación es una pasión”
Desde muy pequeña y apoyada por sus padres, Lismar Lyon dio sus primeras brazadas en Puerto Ordaz. Así fue su inicio en la natación, la disciplina deportiva en la que ha logrado destacar.
En entrevista a PRIMICIA, resalta la pasión que siente por la natación y el gusto por cada uno de los deportes que han formado parte de sus experiencias, entre ellos, el voleibol y fútbol.
La nadadora guayanesa, que ha sido campeona nacional y ha dejado en alto al tricolor venezolano internacionalmente, se ha propuesto metas que con mucho esfuerzo y, a pesar de los retos, ha podido lograr. Aquí comparte lo que para ella todo esto ha significado.
“Desde chiquita, todos mis hermanos y mi papá practicaron natación, él me enseñó, me llevaba al club desde pequeña (…) la natación misma es la que me ha dado esa disciplina”, comenta.
Enfocada en avanzar
La atleta, que desde hace casi tres años reside entrenado en Estados Unidos, ha podido ser parte de importantes competencias internacionales, lo cual considera como un gran esfuerzo que vale la pena hacer.
Aunque no ha podido ver a sus padres en este tiempo, manifiesta la intención de lograr el objetivo de participar en los Juegos Olímpicos París 2024, de los que faltan pocos días para el cierre de la clasificación.
“Nos quedan alrededor de unos 15 días para esa clasificación, entonces he estado entrenando bastante duro. Tengo una última competencia a la que espero poder ir”, dice.
Lismar Lyon igualmente recuerda otras competencias en las que ha podido obtener grandes resultados, como el campeonato en Doha, en la que quedó como una de las mejores 20 nadadoras del mundo.
“Ha sido un entrenamiento de muchísimos detalles, mucha fuerza, mucha potencia. Eso es lo que me ha llevado a mejorar tanto (…) al llegar, como migrante nos toca trabajar y estar por acá solos, y ha sido bastante difícil”, afirma.
Esfuerzo por clasificar
Orgullosa por lo que ha logrado y agradecida por el apoyo recibido de su familia, Lyon reconoce que Estados Unidos es un país que “se presta para competir”, por lo que también ha tenido la oportunidad de tener entrenamiento y mejorar.
Sobre la clasificación a los juegos, destaca que hacer la marca es uno de sus objetivos más grandes. Se refiere a que no busca específicamente una invitación, sino que se esfuerza por la meta de clasificar de la forma más compleja.
“Es la motivación que le quiero dar a los atletas, que siempre se pongan metas mucho más altas de las que se les presentan. Sé que si no hago la marca en esta oportunidad, quizás no logre ir a los juegos olímpicos, pero me llena de orgullo haberlo intentado y haber estado súper cerca”, expresa.
Apoyo familiar
Ofelia Maurera y Luis Lyon, padres de Lismar, recuerdan los inicios de la atleta en la natación, cuando tenía apenas ocho años, y aseguran que desde ese entonces hasta la actualidad le ha encantado esta disciplina.
“Ella aprendió a nadar mariposa y pecho y no sabemos en qué momento lo aprendió, si no estaba entrenando mariposa y pecho, los estilos más fuertes de la natación”, comenta Maurera.
Al poco tiempo de iniciar formalmente su práctica de la natación, Lismar fue parte de una competencia estadal, en la que quedó como cuarto lugar, es decir, muy cerca de obtener una medalla.
Desde ese momento, se interesaron aún más por este deporte, aunque también la pequeña practicaba otros como voleibol, kikimbol y atletismo.
“Siguió nadando, nosotros llevándola. La llevamos a Maturín, segunda competencia, tercera competencia, era aquí a nivel estadal (…) de octubre a diciembre ella quedó campeona estadal”, señala su madre.
Retos para los deportistas
De acuerdo con el padre de Lismar, en cada uno de los deportes, especialmente en la natación, se presentan demasiadas limitaciones, como la falta de instalaciones adecuadas para practicar.
Considera que Venezuela no es totalmente un país deportista, ya que los padres de los atletas deben conducir a sus hijos y sortear muchos obstáculos para, después de estar dentro de una mejor posición, luchar para que no les quiten su puesto.
“En el país no se financian los deportes (…). El Estado mira hacia el deportista cuando el deportista comienza a tener relevancia internacional, allí es que comienza a meter la mano”, comenta.
Ofelia y Luis manifiestan su orgullo por la trayectoria que la atleta ha logrado trazar y resaltan que les tocó luchar muy fuerte para llegar hasta este punto.
Recuerdan que es campeona nacional desde los 12 años, pero estuvo cinco años fuera de la selección porque no la elegían. Aunque desconocían las razones, también pudieron notar que algunos “pagan para tener mejor currículum”, otro más de los obstáculos enfrentados.
Los padres también destacan el trabajo y los esfuerzos que Lismar actualmente hace con amor por la natación, estando muy cerca de hacer la marca olímpica.
“Tenemos la fe, porque ha trabajado bastante y duro (…) tiene uno de los mejores entrenadores”, manifiestan.
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