Chile sigue en la pelea por un boleto a Catar 2022 al vencer 3-2 a Bolivia
En un barrial y bajo el diluvio, Chile demostró que peleará hasta la última fecha por un cupo al Mundial de Catar 2202.
La Roja revivió en la altura de La Paz (3-2) y en un escenario siempre complicado. Ahí apareció Alexis Sánchez, autor de un doblete y figura máxima. Y ahí también asomaron dos de la nueva guardia como escuderos: Brayan Cortés y Marcelino Núñez, que sueñan con su primera Copa del Mundo.
El estado de la cancha del Hernando Siles levantó cierto temor respecto temor de suspensión antes del comienzo, pero era exagerado. Cualquiera que haya nacido en este lado del mundo sabía que se podía jugar. Sólo hubo que esperar media hora más.
Chile entró consciente de la posición de riesgo que ocupaba, y se vio mejor que Bolivia. Ordenado en defensa, y con un ataque directo provocó que el juego se desarrollara cerca del área de los locales.
Así llegó la apertura de la cuenta. Una falta, y un tiro libre precioso de Alexis Sánchez que dejó sin reacción a Carlos Lampe.
Fueron buenos minutos para la Roja. El mérito de la vieja guardia: Alexis, Isla, Medel. Pero también de los nuevos. El hambre de Ben Brereton, la confianza de Paulo Díaz, el ímpetu de Gabriel Suazo. Pequeñas luces en medio de la oscuridad que quedará cuando se vaya la generación dorada.
Por desgracia, la Roja se conformó con poco. Tuvo opciones para aumentar la cuenta, el espacio para generar daño y el control de la pelota, pero el rival salió ileso. El guión de ese tipo de partidos se conoce de memoria. A los 36 minutos, un córner encontró sin marca al defensa, y Bolivia llegó a un empate tan injusto como predecible.
Más emoción
La segunda mitad encontró a Chile un cambio más abajo, golpeado por el empate y sin reacción desde el banco. Cuesta entender ahora la actitud de Martín Lasarte. Su incapacidad para leer lo que estaba ocurriendo en cancha, y la lentitud para ofrecer un cambio. Los ingresos de Pablo Parra y Claudio Baeza a los 70 minutos fueron el reflejo de un equipo sin dirección.
En ese minuto, Bolivia ya superaba con largueza a Chile. Le quitó la pelota, dejó aislados a los delanteros, y asfixió la salida. Solo la buena tarde de Brayán Cortés mantuvo el empate. El arquero, titular por la lesión de Claudio Bravo, ofreció una actuación superlativa y mantuvo la ilusión hasta el último minuto.
Esa actitud contagió a un equipo cansado y con pocas ideas, pero consciente que estaban frente a su última bala. Lo comprendió de inmediato Alexis que afrontó los últimos diez minutos como lo que es: la figura desequilibrante, el líder de un equipo que no quiere despedirse mirando la Copa del Mundo por televisión.
El atacante del Inter inició una jugada brillante que definió Marcelino Núñez con un tiro desde el punto penal. Y minutos después volvió a demostrar su calidad, con un gol de su factura: eludiendo rivales, y definiendo rasante ante la lenta reacción de Lampe.
Parecía un final de partido tranquilo para la Roja, pero eso es imposible. Un descuento de Moreno Martins mantuvo el suspenso hasta el final. Fue el momento para aguantar, defender y mantener vivo el milagro: Chile sigue con vida.
Orgulloso de ustedes muchachos, nunca he dejado de confiar en este equipo y en mis compañeros se como defienden esta bandera y hoy lo han demostrado. Mis felicitaciones compañeros por haber dejado el alma en el campo… vamos Chileeeee!!!🇨🇱❤️💪🏽🙏🏽❤️🇨🇱💪🏽🙏🏽🇨🇱 pic.twitter.com/gE4ffeNU0T
— Arturo Vidal (@kingarturo23) February 1, 2022
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