Béisbol venezolano rinde homenaje a Álex Ramírez
La Liga Venezolana de Béisbol Profesional y el Museo de Béisbol de Venezuela agasajaron Álex Ramírez, tercer extranjero exaltado por votación al Salón de la Fama del Beisbol Japonés, en una amena ceremonia realizada la tarde del domingo, en Valencia.
“Ramichan” recorrió cada rincón del Salón de la Fama Venezolano acompañado por Giussepe Palmisano, presidente de la Lvbp; Juan José Ávila, presidente del Museo de Beisbol y el templo de los inmortales tricolor; Roberto Cohen, director de Sambil; Mauricio Correa, gerente general de Sambil Valencia; y Erwin Miyasaka, vicepresidente de Japan Breeze.
“En nombre de la LVBP y sus ocho equipos le damos una cordial bienvenida a Álex Ramírez a este hogar que la familia Cárdenas creó y mantiene vivo”, dijo Palmisano. “Es un homenaje y agradecimiento tanto a él, como a toda la selección de Japan Breeze, que tuvo la amabilidad de aceptar nuestra invitación al Juego de las Estrellas”.
Ramírez, primer latino en dirigir en Liga Profesional Japonesa (NBP, por sus siglas en inglés), será el mánager de la representación nipona que enfrentará en el duelo de luminarias al equipo venezolano, integrado por figuras de la Lvbp.
“Álex Ramírez es el único inmortal latinoamericano en Japón. Para nosotros, es un orgullo que un venezolano haya logrado lo que él hizo en un beisbol que es una potencia, considerada la selección número uno en el ranking mundial” mencionó por su parte el ingeniero Ávila. “Estoy seguro que pronto lo veremos también en este museo, porque en las últimas votaciones sacó un alto porcentaje de votos. Próximamente, será Salón de la Fama también acá en Venezuela”.
Dar ejemplo
El oriundo de los Valles del Tuy, de 50 años de edad, construyó una carrera como pelotero en el Lejano Oriente en la que se convirtió en el primer y, hasta ahora, único extranjero en conectar 2.000 hits o más (terminó con 2.017), convirtiéndose en un miembro del Club de los Jugadores Extraordinarios, mejor conocido como el Meikyukai, reservado sólo para aquellos que hayan alcanzado los 2.000 imparables, las 200 victorias o los 250 juegos salvados.
“En todos los años que jugué en Japón siempre tuve la intención de dar todo lo que pude como venezolano. Y también quise demostrar el respeto y la humildad que mis padres me enseñaron”, comentó Álex Ramírez, luego de recibir en el Auditorio Luis Aparicio un par de placas de la Lvbp y el Museo de Béisbol, además de tres libros escritos por Carlos Daniel Cárdenas Lares, precursor del recinto carabobeño. “Nunca me he considerado mejor pelotero que ninguno entre los que pasaron por allá. (Robert) Marcano fue nuestro pionero, y luego seguimos otros como Roberto Petagine, Alex Cabrera y yo”.
Al momento de su exaltación al Templo Supremo del país asiático, en 2023, el mirandino era el foráneo con más juegos disputados (1.744) y carreras empujadas (1.272) en la NPB. Incluso, es dueño del récord absoluto de más campañas consecutivas con 100 impulsadas o más (con 8, entre 2003 y 2010).
“Mi mentalidad para establecerme en Japón fue un poco distinta a la de otros peloteros”, aseguró Álex Ramírez. “Tuve disciplina y constancia, que no es fácil. Japón es un país único en ese sentido, donde ser aceptado, no es sencillo. Allá puse en práctica todos los valores que aprendí acá. Es un honor estar en este lugar. Espero regresar muy pronto, ya como un exaltado en el Salón de la Fama”.
Larga ausencia
Álex Ramírez tenía más de 10 años sin venir a Venezuela. En esa década, se retiró como pelotero activo e hizo la transición a piloto, función en la que quedó a un paso en 2017 de ganar la Serie de Japón, luego de haberlo hecho en 2001 y 2009 con los ganchos puestos.
“Es un honor estar de regreso al país que me vio nacer, para compartir de nuevo con tantos familiares y amigos que me estaban esperando”, indicó. “Nunca me pasó por la mente de que lo haría como mánager para un Juego de Estrellas, pero debo agradecer a la Lvbp y a todos los involucrados en esta decisión”.
La oportunidad en el Estadio Monumental será propicia para que sea vea las caras con Oswaldo Guillén, estratega del equipo de la Lvbp, a quien el otrora recio toletero derecho admira.
“Oswaldo Guillén siempre ha sido un ídolo para todos nosotros. Yo siempre lo he admirado, no tanto como pelotero, que tremendo que fue, sino como mánager. Nos ha representado de una manera impresionante. Jugar contra él será especial”, aseguró Ramírez, quien también envió una advertencia competitiva. “Nosotros vamos a dar el todo en el Juego de Estrellas. Espero que todos tengan claro eso. Nos vamos a enfrentar a un equipo All Star, pero nosotros tenemos la confianza de que vamos a dar la talla”.
Su vida
“Ramichán” es una celebridad en la nación del Sol Naciente, incluso más allá de la pelota. Tiene un reality show en el que mantiene conversaciones con otros ex peloteros, monta caballos de carrera, practica golf y se sube a un dohyō, el ring del sumo, para luchar contra personas de más de 150 kilogramos de peso. Todas ellas, son actividades que le han ayudado a acumular una comunidad de 250 mil suscriptores en YouTube.
Ramírez comprende el negocio. En realidad, pareciera que lo entiende desde hace cuatro décadas, cuando era apenas un niño que crecía en Piñango de Yare, localidad del estado Miranda, a una hora y media de Caracas.
“En mi pueblo se jugaba en la calle. Allá no había estadio”, recordó luego de ser homenajeado por la Lvbp y el Museo de Beisbol, y degustar una empanada, todo un manjar exótico para él en los recientes 20 años. “Cuando tenía 6 años de edad se me acercó un señor llamado Tomás García, luego de verme jugar, y me dijo que quería hablar con mis padres. Tenía la intención de que jugara en su equipo, que era el del Inos (Instituto Nacional de Obras Sanitarias de Venezuela). Ahí empezó todo”.
El hogar
En casa, doña Eladia Capriles y don Ramón Ramírez tenían dos maneras totalmente diferentes de vivir aquellos primeros pasos de su hijo Álex Ramírez. De hecho, son visiones que aún en la actualidad se mantienen.
“Mi papá hasta el día de hoy no sabe nada de beisbol. Él sabe lo que yo he hecho y ha ido al estadio, pero si yo doy un hit, no tiene idea de si debo correr para tercera o para primera base”, confesó el mirandino. “Su mayor alegría es ir al parque de pelota a tomarse su cervecita. Y yo tampoco nunca le he pedido que aprenda de beisbol porque soy Álex Ramírez. Estoy contento de que él sea quien es”.
En cambio, su mamá sí es una experta en la materia. Incluso, capaz de cuestionar a un inmortal.
“Ella es completamente distinta. Era la que siempre estaba conmigo y me llevaba a los juegos” rememoró. “Sabe tanto de beisbol, que cuando era mánager en Japón, quería decirme como dirigir”
La firma
A los 15 años de edad, mientras cursaba estudios en una escuela técnica de Santa Lucía del Tuy, Álex Ramírez tomó la decisión que cambiaría su destino. Quería ser pelotero profesional, porque reconocía sus aptitudes.
“En ese momento, consideré que tenía buenas condiciones para jugar beisbol y decidí enfocarme sólo en él. Se lo comenté a mi mamá y se puso a llorar, pero me apoyó”, apuntó. “Mi papá trabajaba lejos de casa y solo podía verme los fines de semana. No teníamos dinero”.
La aproximación a la firma se dio por un hecho casi fortuito, como suelen darse algunos eventos trascendentales en la hoja de ruta de un ser humano.
“En el año 1989 fui a un nacional en Falcón representando al estado Miranda y estaba Luis Aponte como scout”, recapituló Álex Ramírez sobre el ex lanzador y figura de Cardenales de Lara. “Yo era pitcher, y así fui a cinco nacionales. Pero en uno de los juegos se lesionó el jardinero central y el mánager Luis López me puso a jugar esa posición. Di dos jonrones y Aponte me vio. Él le dijo al mánager que no me pusiera a lanzar, porque me quería ver como outfielder”.
En aquel nacional, compartió equipo con Ugueth Urbina, quien eventualmente firmaría con los Expos de Montreal, pero seis años después. No fue el caso de Ramírez, quien estampó su rúbrica al poco tiempo de concluido el torneo con los Indios de Cleveland y Cardenales.
“Aponte después me fue a ver a San Francisco de Yare e hizo una oferta. No di el sí automático al principio, preferí esperar y él se fue a Barquisimeto”, comentó. “Quería esperar que mi papá regresara. Pero hice un par de tryouts con los Dodgers y me dijeron que no tenía estilo de pelotero”.
Sueño americano por el japonés
Tras el rechazo de Los Ángeles, Álex Ramírez aceptó la propuesta de Aponte e inició un camino de seis años en las Ligas Menores con Cleveland, hasta graduarse en la Gran Carpa en 1998. Su primer turno fue en el Jacobs Field como bateador emergente por Kenny Lofton el 19 de septiembre, ante Jim Pittsley, de los Reales de Kansas City. Un par de días después disparó su primer hit, contra Andy Pettitte, en el Yankee Stadium.
“Ese primer imparable fue algo muy espectacular porque los Indios de Cleveland eran el mejor equipo de las Grandes Ligas en aquel tiempo”, expresó el toletero derecho. “Y, además, fue en Nueva York, contra los Yanquis, y ante Pettitte, unos de los mejores lanzadores del momento”.
Sin embargo, la trayectoria de Ramírez en el Big Show fue corta, de apenas unas tres campañas. En el 2000 fue cambiado a los Piratas de Pittsburgh junto a Enrique Wilson por Wil Cordero, en lo que se perfilaba como su contienda de consolidación.
“Se suponía que iba a ser regular con los Piratas, pero después de mes y medio, me dieron un batazo hacia los jardines y se me cayó la bola. Me dijeron que no iba a jugar, y en ese momento, me analicé”, reflexionó. “Una de las cosas que me hizo a mí mejor pelotero fue entenderme a mí mismo. Siempre supe que mi defensa no era la mejor, ni la iba a ser. Y esto es algo que nadie sabe: a mí me daban un fly y el corazón parecía que se me iba a salir. Había momentos en los que le pedía a Dios que no batearan hacia donde yo estaba. Y esto lo digo ahora porque supe comprenderlo en aquel entonces. Comprendí que debía batear para mantenerme en el juego”.
Madero como Katana
Álex Ramírez asimiló que el bate sería su herramienta para defenderse, tal como una katana para los samuráis en las legendarias batallas niponas.
“En Japón nunca me dijeron nada por mi defensa porque no les di chance de que lo hicieran. Nunca paré de batear”, acertó el dos veces líder de jonrones, cuatro veces monarca de empujadas y en una ocasión campeón de bateo de la Liga Central. “Yo pienso que el beisbol allá es más cultural que otra cosa. Lo digo porque es un beisbol único y la cultura es primordial. Para entender la pelota de allá, hay que entender su cultura. El potencial físico nosotros lo tenemos. Todas las personas que van para Japón pueden jugar, porque ellos los scoutean en Estados Unidos o en otras partes del mundo. ¿Por qué no se establecen allá? Porque no aprenden la cultura”.
Ramírez jugó sus primeras siete zafras en Liga Profesional de Japón (NPB, por sus siglas en inglés) con las Golondrinas de Yakult, luego estuvo cuatro contiendas con los Gigantes de Yomiuri, el equivalente en el archipiélago a los Yanquis de Nueva York en occidente, y finalizó su trayectoria como pelotero activo con dos refriegas en los Yokohama DeNa Baystars.
“Una de las cosas de las que me di cuenta rápido fue que, para establecerme allí, debía adentrarme en su idiosincrasia”, precisó.” Esa era la forma de entender el porqué de sus decisiones. Y también fue la clave de mi éxito”.
¿Próxima parada?
El último espacio del Museo de Béisbol venezolano que conoció Álex Ramírez en el recorrido que realizó la tarde del domingo fue la sala que se encuentra en las alturas del Templo de Valencia, donde reposan todas las estatuillas de los miembros del Salón de la Fama del país.
“Lo primero que pensé fue: ‘hace falta la mía’. Eso es algo natural que viene con el esfuerzo que se ha hecho. Cuando vi a peloteros que fueron compañeros míos, me digo a mí mismo que debería estar acá”, acotó. “Mis números en Venezuela no fueron impactantes, pero sí hice cosas importantes en el beisbol internacional, como lo es Japón. Cuando se ponen todas esas cosas juntas, pienso que me llenaría de honor estar acá, en el Salón de la Fama”.
Y, quizás, no haya que esperar tanto para su próxima visita. Todos sus caminos, conducen a la eternidad.
Ten la información al instante en tu celular. Únete al canal de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://whatsapp.com/channel/0029VagwIcc4o7qP30kE1D0J
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia