Autor: Andrés Silva Ayala

Se les pueden llamar aguas turbulentas
Si Trump anunciara la operación como una cruzada para derrocar al gobierno venezolano, el éxito o fracaso del esfuerzo quedaría atado de forma directa a un resultado concreto: un cambio de administración.

Latinoamérica y su afán por el ping pong
Si la política latinoamericana quiere madurar, no puede seguir dependiendo de liderazgos mesiánicos que aparecen y desaparecen al ritmo del hartazgo social.

La política del plomo
Hoy, más que nunca, necesitamos líderes dispuestos a dejar el ego en la puerta y a gobernar con la vista puesta en lo que nos une, no en lo que nos separa.

La política del plomo
La violencia política en Latinoamérica no es nueva, mucho menos en Colombia.

El trabajo empieza en casa
Los alcaldes y concejales electos no deben confundirse.

Más allá de los resultados, el trabajo real empieza ahora
En un contexto tan marcado por el desencanto, la reelección no siempre es un premio, sino muchas veces un voto de resignación. La gestión no puede limitarse a administrar la inercia.

La política de la decencia: un camino que también necesita Venezuela
En Venezuela la política ha sido, durante demasiado tiempo, un campo de batalla en lugar de un espacio de encuentro. El conflicto ha sido el centro del discurso, no una herramienta para superarlo.

Voto ranqueado: una herramienta para renovar la política venezolana
En este modelo, si ningún aspirante obtiene más del 50 % de los votos en la primera ronda, se eliminan progresivamente los candidatos con menos apoyo y se redistribuyen los votos según las siguientes preferencias del votante.

Comunicar para convencer: claves de la comunicación política de cara al 27 de julio
Con recursos limitados y una ciudadanía cada vez más exigente, los nuevos alcaldes y concejales deberán demostrar capacidad de gestión, cercanía y un compromiso con el trabajo vecinal.

De “America First” a “Only America”: el giro comunicacional de Trump frente al conflicto Irán-Israel
Ese viraje lo aleja del votante moderado que alguna vez creyó en Trump como un outsider pragmático, no como un promotor del caos.